Así comienza la última entrega de una las franquicias más valoradas en el género de los “shooters” en primera persona y, más en particular, del subgénero de los juegos ambientados en la Segunda Guerra Mundial. Y es que parece ser que esta temática no terminara nunca de exprimirse: “Call Of Duty”, “Brothers In Arms”… Son ya muchos los títulos que han querido sumarse a esta particular lucha por crear la mejor experiencia de juego, por conseguir la ambientación más inmersiva o por recrear con la mayor fidelidad posible los múltiples capítulos de los que consta la Segunda Guerra Mundial.
Caídos del cielo
En esta ocasión, y contando ya con casi una docena de títulos de MOH en su haber, EA Los Angeles vuelve con un título, en el que los paracaidistas son los protagonistas, particularmente, la 82º División Aerotransportada (también conocida como AA: All Americans), que desde la Primera Guerra Mundial no ha dejado de participar en los conflictos más difíciles hasta llegar a la más actual Guerra de Irak. Volviendo a tomar como recurso la personificación del conflicto en uno de los soldados (en esta ocasión adoptaremos el papel del cabo Keegan), EA LA nos coloca de nuevo contra la tiranía del nazismo en un videojuego que se divide en cuatro campañas, las cuales suman en su totalidad diez misiones.
Husky, Neptuno, Market-Garden y Varsity son los nombres de las cuatro campañas presentes en el juego, que se corresponden con operaciones ocurridas durante la Segunda Guerra Mundial y que son recreadas con total fidelidad en el título de EA. Al principio de cada campaña, un vídeo en blanco y negro con material de archivo nos situará un poco en el contexto histórico, narrado por la subjetiva voz de un soldado norteamericano del cual tomaremos control durante el resto de la aventura: Frank Keegan. En este aspecto, hay que valorar la buena labor de documentación de EA LA que, como veremos, también se traslada a otros aspectos como el diseño de personajes, entornos y sonido.
Buscando un buen lugar para aterrizar
Nada más acabar los vídeos de introducción, comienza la acción y, como es nuestro caso, el descenso en paracaídas. Este es uno de los mejores momentos de todo el juego. A gran altura, debemos planear para conseguir caer en uno de los puntos que los aliados nos han establecido como emplazamientos óptimos para encarar al enemigo. Podemos caer sobre ellos y tener las cosas más fáciles o, por el contrario, dejar de lado la estrategia y tentar a la suerte. En cualquier caso, el DualShock sí que tendremos que usarlo para poder movernos en el cielo. Gracias al “stick” analógico izquierdo iremos guiando la caída de nuestro paracaidista hasta que alcance territorio hostil.
¡Apunta con tu DualShock!
Una vez en el suelo, nuestro soldado, tras un pequeño aturdimiento por la caída, se levanta y empuña su fusil. Los controles empleados para este nuevo capítulo de la saga no varían sobremanera con respecto a los anteriores. Tendremos el “stick” analógico izquierdo para controlar el movimiento del personaje y el derecho para manejar el punto de mira. L1 sirve para apuntar, mientras que R1 se reserva para descargar balas sobre los soldados enemigos; el botón cuadrado y el de triángulo sirven respectivamente para agacharse y levantarse… ¿Es efectivo este control? Según está diseñado el juego y de acuerdo a su nivel de dificultad sí lo es, aunque ya sabemos que comparado con cualquier “MOH” para PC o con el actual de Wii, el título pierde puntos en jugabilidad: los “shooters” nunca se han llevado bien con las consolas.
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